Hay quienes han querido tachar de culebrón el último filme de Asghar Farhadi. Ojalá Pasión de gavilanes hubiera tenido la décima parte de la profundidad de Todos lo saben. Porque el iraní vuelve a conseguirlo: su cámara, aguda y certera, actúa como un bisturí que disecciona la naturaleza humana y, por extensión, el corazón de […]