Más de un siglo de demolición ininterrumpida de las categorías estéticas no ha conseguido apear, todavía, al propio tiempo como medida ideal de cuanto se erige en “película de culto”. Entregado el personal a ismos, nostalgias y demás religiones de sustitución, hoy se confunden pasatiempo y cinefilia, y se oficia lo vulgar en el altar […]