“La marisma no es un pántano. La marisma es un espacio de luz donde la hierba crece en el agua y donde el agua fluye hasta el cielo. Y dentro de la marisma, aquí y allá, está el pántano. El pántano lo sabe todo acerca de la muerte y no lo define necesariamente como una tragedia; desde luego no como un pecado”.
La chica salvaje es una producción estadounidense, que se estrenó el 15 de julio de 2022, y una adaptación del bestseller escrito por Delia Owens. Olivia Newman es la directora de la película, Kirby Feagan, la directora artística y Reese Witherspoon, la productora. La actriz británica Daisy Edgar-Jones, que saltó a la fama con la miniserie «Normal People», interpreta el papel de Kya en su etapa adolescente y Jojo Regina, en su etapa infantil. El filme cuenta con un reparto de actores y actrices como Taylor John Smith, Harris Dickinson, Ahna O’Reilly, Sterling Macer Jr o David Strathairn, entre otros.
Catherine Danielle Clark, ‘Kya’ para su familia, nace en 1945 en la marisma de Carolina del Norte, Estados Unidos. Es la pequeña de una familia de cinco hijos: Murph, Mandy, Missy, Jodie y Kya. Crece rodeada de la naturaleza de la marisma y del amor de su familia. Sin embargo, todos terminarán abandonando la casa debido a la violencia de un padre irritable y ebrio.
Los sonidos de la marisma, los croares de las ranas, los árboles sacudiendo sus hojas, los silbidos de los insectos y la corriente del agua hacen eco en la soledad de Kya, quien muy pronto aprende a sobrevivir por su cuenta. Los rumores sobre la niña de la marisma se difunden por el pueblo: es una niña abandonada. Es la chica salvaje. En 1962, cuando Kya tiene 17 años, Tate aparece en su vida y le hace compañía. Le enseña a leer y escribir y le demuestra que existe y que es amada, pero él también rompe su promesa y desaparece, al igual que un día hizo su familia.

La vida de Kya cambia por completo cuando un nuevo romance, con intenciones sospechosas, florece entre ella y Chase Andrews en medio del secretismo de la marisma. Pronto las mentiras salen a la superficie y la chica salvaje se encuentra en peligro, como una presa bajo el acecho de un depredador. El cadáver de Chase Andrews aparece en el pántano y los rumores dicen que ha sido la niña de la marisma. Kya se enfrenta a toda una sociedad en contra de ella.
En términos escenográficos, el filme hace justicia al mostrar unos planos donde la inmensidad y la belleza de la naturaleza cautivan. Caracterizada por sus escenas al aire libre, logra a la perfección captar las diferentes facetas y estaciones de la marisma: desde la luminosidad y vivacidad de colores durante el día hasta la oscuridad y siniestralidad en la noche.
La naturaleza interpreta el papel protagonista en la película y Daisy Edgar-Jones encarna, de manera innata, a una chica salvaje pero inteligente, aislada pero sensible. Por otra parte, la excelente interpretación de los personajes, la selección de un sencillo vestuario adaptado a la época, la concatenación de sucesos y la emotiva banda sonora, en la que Taylor Swift dedica la canción Carolina, hacen de La chica salvaje una experiencia sensorial incapaz de dejar indiferente al espectador.
“Ahora soy el pántano. Soy la pluma de una garceta. Soy cada concha arrastrada hacia la orilla. Soy una luciérnaga. Verás cientos de ellas haciendo señas en la oscuridad del pántano. Y ahí es donde siempre me encontrarás, más allá, donde los cangrejos cantan”.