Fimucité nos vuelve adictos al pop-rock más sensual y romántico

Nada menos que doce ediciones lleva estoicamente en pie el Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife, una propuesta del compositor y director de orquesta de reconocido prestigio Diego Navarro. Tras un apoteósico estreno de la mano del pianista Jean-Michel Bernard y la cantante japonesa Kimiko Ono, el pasado sábado 22 de septiembre tuvo lugar el concierto Addicted to love. El grupo encargado de poner música a las escenas más icónicas del cine romántico, The Pop Culture Band, disfrutó de un público entregado que hizo vibrar los cimientos del Teatro Guimerá.

PREÁMBULO: AFINANDO INSTRUMENTOS


Media hora antes de que empiece la función, en el patio de butacas afinan algunas voces: son confesiones banales de aquí y allá, todas ellas impregnadas de un ferviente entusiasmo. Entre el vibrar de los murmullos, despuntan algunos relatos. Están, por ejemplo, los que comentan pasadas ediciones del Festival, mientras que otros, en cambio, lo descubren por vez primera. Suena un timbre: es la llamada religiosa que reúne a los feligreses del cine y de la música.

Poco a poco, la audiencia se instala en sus asientos, los palcos rebosan y el Guimerá ha prácticamente agotado sus entradas. De todas las edades, de etiqueta y de calle: con Addicted to love, Fimucité se confirma como un evento para todos los públicos que nadie se quiere perder. El coro de voces de los asistentes se impacienta, el volumen cada vez es mayor. Este perfecto in crecendo solo se ve interrumpido por un timbre que suena tres veces: la función comienza. Se hace el silencio.

CARA A: ARRANCA EL CONCIERTO


La noche empieza fuerte. El escenario, vacío hasta el momento y custodiado por los instrumentos de la banda perfectamente dispuestos, se llena de focos azules. De pronto, una voz sobre el escenario iluminada por un único halo de luz pone al público en pie, guiándolo en algunos pasos de baile e invitándolo a dejarse llevar por el ritmo de la música a lo largo de la velada. Así, desde el primer momento se va gestando un ambiente distendido que se mantendría hasta el final del encuentro.

Al caluroso comienzo le siguió la primera canción de la noche, Love me like you do, de la película 50 sombras de Grey. En medio del escenario, bajo una tenue luz, Zuleyma Medina y Sofía Araque hicieron justicia al título del concierto recreando una atmósfera de romanticismo. A mitad de la canción, cuando se les unió el resto de músicos de la banda, toda aquella maraña de pasiones y desamores se transformó en un cañero saludo de bienvenida.

Tras esta carta de presentación, llegaron otros éxitos del género. Destacó, así pues, la Accidentally in Love de Shrek 2, una canción de rock interpretada por Patricio González que se vio acompañada por las palmas del auditorio. Otros jalones musicales de la noche fueron Unchained melody, poniendo el toque dulce con Ghost, o la Pretty Woman cargada de bolsas, abrigo rojo y gafas de sol que se paseó entre el público. Daniel Baute, Raquel García y Aday González nos deleitaron a lo largo de la noche con múltiples números de baile, algunos memorables, como los de Dirty Dancing.

Addicted to love 2

 

CARA B: LA DIVERSIÓN FUE SOLISTA


El ritmo frenético, sin apenas demora entre canciones, los numerosos cambios de vestuario y las discretas pero efectivas coreografías hicieron que la primera mitad del concierto de pasara volando. Tras el descanso, las lentejuelas de los trajes de las voces femeninas se apoderaron de nuevo del Guimerá, haciéndolo brillar en plena penumbra.

“Solo soy una chica delante de un chico pidiendo que la quieran”, le confesaba Julia Roberts a Hugh Grant en Notting Hill. Junto a la inolvidable cita del filme, en la memoria de muchos de los asistentes perdurará la voz de Héctor Quintero, que se afirmó como el galán de la actuación. A su cargo corrieron algunas de las baladas románticas más descorazonadoras de la noche, entre ellas, She, del filme Notting Hill y Love me tender, de la cinta homónima.

Mención aparte se merecen Zuleyma Medina y Sofía Araque, que supieron compensar algunas inseguridades que mostraron otros compañeros sobre las tablas con un torrente de voz incontestable y un absoluto dominio del espacio escénico. La primera de ellas fue, quizás, la más ovacionada de la noche gracias a la I will survive de Equipo a la fuerza, consiguiendo que gran parte del público se levantara de su asiento. Araque, por su parte, brilló con piezas como Be my baby y Maniac, de Dirty DancingFlashdance respectivamente.

CLAUSURA: ÚLTIMAS NOTAS


Aunque algo fallido por la falta de sincronización, el número con paraguas de It’s raining men (El diario de Bridget Jones) causó sensación entre el público y logró ponerlo en pie. Para despedir el acto, todos los artistas cantaron una última canción sobre el escenario y recibieron un largo aplauso.

De este modo, The Pop Culture Band, bajo la dirección de Gonzalo de Araoz Vigil, puso de manifiesto que Fimucité es un espacio donde el séptimo arte y la melomanía se presentan como una simbiosis perfecta, y no existen las restricciones para ningún tipo de gusto musical o cinematográfico. En definitiva, Addicted to love, un concierto informal y con mucha marcha, ayuda a consolidar el Festival entre un público con mayores reticencias hacia lo sinfónico y da a conocer a jóvenes talentos del Archipiélago.

Como el amor se palpaba en el aire (al estilo de Love is in the air), la salida del Guimerá se llenó de sonrisas de oreja a oreja y de amantes de la música y el cine a partes iguales. Quienes cumplan con este perfil, están de suerte: aún queda mucho Fimucité por delante.