El ya denominado «discípulo de Spielberg» o «el Spielberg español», ha logrado entrar en Hollywood por la puerta grande haciendo lo que el director judío planteó en 1993 y que el espectador no ha dejado de recordar con nostalgia en los últimos años. Todas las facultades del director de Lo imposible (2012); sus patrones narrativos, su estética y su placer por un montaje donde combina imágenes dramáticas enfatizando las emociones de los actores, se encuentra con una saga que necesitaba recuperar el suspense, terror e ilusión de volver a ver en pantalla un dinosaurio.
Con el cine digital, los efectos visuales restaron realidad a los animatronics que revolucionaron en la primera parte de esta gran saga. Estos reptiles de la isla Nublar con el tiempo, perdieron verdad, y qué mejor director que Bayona para introducir al espectador de nuevo en la piel de las víctimas de los dinosaurios más famosos del cine. Correr, suspirar, sufrir como los protagonistas era una de las bases para recuperar el sentido de la saga.
La crudeza con la que cuenta sus historias Juan Antonio Bayona, recuérdese algunas imágenes de Naomi Wats o Tom Holland en Lo imposible, al mismo tiempo que lo mezcla con lo irreal, lo poético y metafórico (Un monstruo viene a verme, 2016), se hace notar en una gran dosis, sobre todo el último acto del filme, de terror gótico, algo que pudimos ver también en El orfanato, 2007.
Sin olvidar el origen de la saga, haciendo uso de la nostalgia mediante una música que cuenta con los acordes reconocibles por parte del gran público, Bayona introduce sus elementos narrativos y estéticos mezclado con la aventura que caracteriza Jurassic Park. Manteniendo fórmulas que han funcionado, Bayona le da frescura a una saga que pedía a gritos escenas de terror, donde el público sintiera estar perseguido por esos monstruos gigantes en la gran pantalla.
A nivel visual la película goza de una imagen impecable. Creíble, los movimientos del CGI, las animaciones digitales «golpean» literalmente a los actores. Todo es a gran escala, sirva de ejemplo la secuencia inicial de la película donde la isla Nublar explota a través de un volcán. También hay que destacar las escenas donde los dinosaurios pelean entre sí. Recordando a la gran batalla en King Kong, 2005 donde un T-Rex lucha contra el gran mono gigante, los movimientos tan naturalistas hicieron mella en el espectador al igual que en el filme del director español.
A nivel narrativo los guionistas aciertan al sacar el protagonismo de la película fuera de la isla. Esa «frescura» de la que se comentaba en esta crítica tiene que ver con esta idea. Los dinosaurios ya no se encuentran enjaulados, después de cuatro películas viajando con los protagonistas a la isla Nublar para enfrentarnos a sus peligros, llega la hora de que nos visiten ellos a nosotros y sentir de verdad ese miedo descontrolado que podría suponer un hecho de ese calibre.
Un acierto de guión novedoso que se combina con escenas nostálgicas que recuerdan a imágenes de un pasado que nunca muere. El uso de imágenes visualmente potentes e icónicas y una música que utiliza el latemotiv de Jurassic Park crea un contrapunto que favorece el visionado del filme tanto para el público experimentado como para el novato que recién descubre la saga.
La película plantea debates sobre el avance masivo de la ciencia y la concienciación de las consecuencias que esto puede suponer. Esta idea no es nueva, y es a lo que deberían atenerse en la siguiente entrega. Bayona hace todo lo posible para engendrar imágenes icónicas y que se quedarán en la retina del espectador, pero no soluciona algo que futuros directores deberían plantearse. Nuevos códigos dramáticos y no sólo el avance de la ciencia combinado con persecuciones de dinosaurios y actores.
Su no fuera por el poder dramático de las imágenes de Bayona, el guión podría parecer repetitivo en ese aspecto con respecto a entregas anteriores, donde la interpretación de los actores casi se encuentra inexistente, ya que el ritmo vertiginoso del filme hace que Chris Patt y Brice Dallas estén prácticamente toda la película corriendo y en apuros. Apenas hay diálogos y no da tiempo a empatizar con ciertos personajes. Lo que importa es la adrenalina de huir y enfrentarse a una situación que parece una crónica de un desastre anunciado desde la espectacular secuencia inicial.
En conclusión, podemos destacar un gran poder visual en las secuencias, con un toque personal de J.A Bayona, que por momentos (escena del Indoraptor en la habitación de una niña) parecía que volvíamos a Connor y su monstruo imaginario en Un monstruo viene a verme (2016). La emoción, la adrenalina y el sentimiento que caracteriza a este director lo vemos combinado con el carácter de aventuras que originó Spielberg, añadiendo el terror que el judío había logrado en los espectadores de 1993. Un híbrido de géneros que hace bien a la saga y le da frescura y marca un camino a seguir.
En contra del filme podríamos destacar la repetición de conceptos que ya aburren, las consecuencias de un uso indebido de la ciencia y los toques de humor de unos actores que apenas interpretan, están. La poca presencia de Jeff Goldblum en el juzgado es superior a todo lo que hacen Patt y compañía.
El cine de Hollywood está falto de ideas desde hace tiempo. Los remakes de remakes están de moda y si a eso le sumamos los híbridos de géneros para intentar disimular esta falta de creatividad cinematográfica…el futuro de estos dinosaurios no parece alentador. Habrá que rescatar a directores europeos de la generación de Bayona para que integren un toque autoral en un cine palomitero. Una combinación que empezó con el británico Christopher Nolan y que ahora directores como el ya citado J.A Bayona, o los españoles Rodrigo Cortés y Alberto Rodríguez llevan a cabo. Un híbrido de géneros mezclando el cine de autor con el cine comercial.
¿Por dónde caminará el mundo jurásico en posteriores entregas? De momento sólo nos queda disfrutar de un aire fresco impuesto por un director europeo, respetando por supuesto la esencia de la saga. ¿Bayona ha marcado el camino?
Título original: Jurassic World: Fallen Kingdom|Año: 2018|País: Estados Unidos|Director: Juan Antonio Bayona|Guión: Colin Trevorrow, Derek Connolly|Música: Michael Giacchino||Fotografía: Óscar Faura|Reparto: Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, James Cromwell, Rafe Spall, Toby Jones,Justice Smith, Daniella Pineda, Ted Levine, Geraldine Chaplin, Jeff Goldblum…|Productora: Universal Pictures|Género: Aventura. Ciencia Ficción|Fecha de estreno: 7 de Junio de 2018.