“¿Quién engañó a Roger Rabbit?” es una película de animación de 1988, dirigida por Robert Zemeckis y producida por Steven Spielberg. Una de las más caras y novedosas dentro de la historia del cine animado.
En primer lugar hay que recalcar que este celuloide podría clasificarse dentro del género de comedia, fantasía o policial, pero nunca dentro del género infantil. El error que se ha ido cometiendo durante los últimos años, asumiendo que todas las películas de animación o de Disney son para niños, es imperdonable.
La película es divertida, refrescante y atrevida. Todo empieza en el Hollywood de 1947, cuando Eddie Valiant (Bob Hoskins), un detective de poca monta, es contratado para encontrar pruebas que demuestren que Marvin Acme, magnate del negocio de los artículos de broma y dueño de Toontown (traducida al español como Dibullywood), está rondando a Jessica Rabbit, femme fatale y esposa de la superestrella del Maroon Cartoon, Roger Rabbit. Cuando Acme aparece asesinado, todas las pruebas apuntan a Roger, y el siniestro y ambicioso Juez Doom (Christopher Lloyd) está decidido a condenarlo como sea. Roger suplica a Valiant que le ayude a encontrar al verdadero culpable, pero el asunto se irá complicando a medida que Eddie va descubriendo, escándalo tras escándalo, que la propia existencia de Toontown corre peligro.
El éxito y mérito del filme radica en que dos grandes productoras, Disney y Warner Bros, decidieron unirse y crear una historia que contara una comedia negra con personajes reales y con los dibujos animados más famosos de ambas: Goofy, Mickey, Pato Lucas, Dumbo, Silvestre, Piolín, Minnie, Bugs Bunny o Donald, son solo algunos de los personajes que compartirán escena con un reparto de carne y hueso. Fue una apuesta arriesgada que salió bien; además, fue la primera y última vez que ambas empresas trabajaron juntas. No obstante, “¿Quién engañó a Roger Rabbit?” marcó un antes y un después, ya no solo en la historia del cine de animación, sino para el director y los propios actores.
Los personajes, por regla general, son muy histriónicos y por esa razón, en ocasiones, logran difuminar esa aura de misterio que, con los planos detalle, o los escenarios llenos de niebla, charcos de agua y sombras, ponen en situación al espectador.
El personaje de Jessica Rabbit, sin duda, se lleva la palma. “Yo no soy mala, es que me han dibujado así” es una de las frases más épicas de este enigmático dibujo. Jessica Rabbit ha sido criticada, para bien y para mal, y desde mi punto de vista es un personaje sexualizado al que se juzga a lo largo de toda la película. Con esta frase se pone de manifiesto, y se cierran todos los prejuicios que surgen alrededor de sus kilométricas piernas y sus exagerados pechos, que es solo un dibujo animado, deja claro que su intención no es malograr nada ni a nadie, la han hecho así. Podrían darse varias lecturas al respecto, me quedo con su insistencia de recordar que es un dibujo, lo que llevaría a pensar que es una ser humano el que la ha condimentado para dar cierta impresión, aún así Jessica Rabbit es un gran personaje dentro de este largometraje .
La sutileza también es un factor importante, pequeñas migas de pan se van lanzando a lo largo de las casi dos horas de película, desembocando en un final digno de la comedia negra policial.
La interpretación de Bob Hoskins y Joanna Cassidy (Dolores) es espectacular, y la relación que mantienen sus personajes, llena de sarcasmos y amor-odio, es encantadora.
Otro de los personajes más simbólicos es el gran protagonista, Roger Rabbit demuestra mucha lucidez cuando no se encuentra gritando o armando un escándalo que puede llagar a dar dolor de cabeza. La vida y la risa son su deber y pasión y hace algunas importantes reflexiones a lo largo del filme.
Técnicamente, habiéndose producido y creado en la época dorada de la animación americana, es macabramente asombrosa. Los personajes animados y los reales están perfectamente integrados, creados con la técnica del 2D convencen y cumplen con las expectativas. Por esta parte, los 4 Óscars que ganó tras su estreno están bien merecidos.
No cabe duda que Zemeckis hizo un gran trabajo con esta película, al igual que con «Regreso al futuro» o «Forrest Gump». Se ha hablado mucho de una segunda parte de “¿Quién engañó a Roger Rabbit?”; sin embargo, tras el fallecimiento de Hoskins (2014), y la alta competitividad entre Warner y Disney, el regreso parece ser bastante complicado.
Casi 30 años después esperemos que eso no sea todo, amigos.