Corría el verano del año 2012. Tras conocer que se iba a estrenar una película relacionada con “Alien” no me pude resistir; me encantaba ese ser de otro planeta. Con apenas 8 ó 9 años me atormentaba, pero, según pasaron los años, me fascinaba. Por esa razón no pude esperar y fui a ver «Prometheus». Quería conocer los orígenes de esos bichos.
Al salir de la sala de cine me quedé con un mal sabor de boca, me faltaba algo y no sabía exactamente de qué se trataba. Para ese entonces ya había visto algunas películas de Ridley Scott, que me habían fascinado, como “Gladiator” (2000), o la primera parte de “Alien», (1978), a la que siguió el resto de la saga. Pero con ésta no estaba del todo contenta.
Pero empecemos por el principio…
Nos encontramos a finales del siglo XXI; en los primeros fotogramas encontramos a un ser humanoide al borde de una catarata que, posiblemente, sea uno de los “Ingenieros” que se especificarán durante el largometraje. Este ser, mientras observa una gigantesca nave, se toma una bebida de color negruzco y burbujeante que acaba destruyéndolo desde dentro.
Hasta aquí todo genial, hace presagiar un grandísimo film que puede romper en taquilla. Pero poco a poco va disminuyendo esa sensación en mí. Es innegable que la dirección es brillante y los efectos especiales son dignos de una película con un presupuesto que ronda los 130 millones de dólares.
Se trata de una expedición en busca de respuestas sobre la creación del ser humano, guiada por un mapa intergaláctico realizado según las pautas que encontraron Elizabeth Shaw (Noomi Rapace) y Charlie Holloway (Logan Marshall-Green) en pinturas rupestres de distintos puntos del mundo. Civilizaciones de lugares remotos de la Tierra que era imposible que tuvieran comunicación entre ellas. Tras conseguir financiación se embarcan en la nave «Prometheus», para encontrar datos sobre estos “ingenieros”.
Con la aparición de Michael Fassbender en el papel de un robot (más humano que muchas personas, todo hay que decirlo) la cosa cambia.. Y si a esto le sumamos una Charlize Theron en la línea que más le pega, la de mujer dura, en mi humilde opinión, volvemos a subir el listón. En resumidas cuentas, un espectáculo de reparto en el que también se encuentran Idris Elba y Guy Pearce, que realizan un trabajo excepcional.
Hemos llegado a nuestro destino
Una vez aterrizan en un planeta aparentemente deshabitado, el equipo de expedición se introduce en las entrañas de una especie de cúpula en la que encontrarán una serie de… tendréis que ver la película si queréis saber lo que encuentra.
Tras una serie de desafortunados acontecimientos, se hace pensar al espectador que nada es lo que parece, pero la pregunta que ronda mi cabeza es la siguiente: ¿Cuando voy a saber el origen de los aliens? No desespero, ya llegará.
Continúo viendo el largometraje y lo que más saco en claro es que el actor alemán destaca por encima de todos los demás. En las escenas conjuntas, mis ojos se van hacia Fassbender, no puedo evitarlo; realiza tan bien su papel que solo puedo felicitarlo, en gran medida ha salvado algunas partes de… bueno, dejémoslo ahí.
Damon Lindeloff y los guiones
En esta película Damon Lindeloff ha sacado a relucir los fallos de guión que tanto se le han criticado durante su trabajo en “Perdidos” (“Lost” 2004-2010). Creo que no hay excepción; ha expuesto sus grandes errores a un público cada vez más exigente con el cine.
En algunas de las escenas encontramos conversaciones que sinceramente sobraban, o a las que se le podía añadir mayor elocuencia. Otras muchas sin sentido, o con frases incomprensibles, y en las que, en ocasiones, parecían carecer de sentido dentro de la escena. Aunque todo no va a ser malo para él; dejando de lado esas sombras, podemos encontrar momentos de gran lucidez, y elementos clave que muchos pasan por alto la primera vez que ven el film.
Antes de terminar no me puedo quedar con las ganas de comentar todo el trabajo de Janty Yates, el equipo de vestuario y maquillaje que ha creado unos elementos artísticos espectaculares. Han conseguido que se me revuelvan las tripas con ciertas malformaciones, que hagan de los humanoides a unos seres tan reales como nosotros, y que los trajes del equipo de expedición parezcan capaces de resistir a cualquier atmósfera.
A pesar de todas estas cosas, a día de hoy sigo teniendo la misma duda: ¿dónde está el origen de los aliens? Definitivamente se dejó entrever que se están preparando para una secuela de «Prometheus». ¿Se explicará el origen de los aliens o el de los “ingenieros”?